"Yo erré, Señor, como la ovejuela perdida, buscándote con industrioso discurso fuera, estando Tú dentro de mí; mucho trabajé buscándote fuera de mí, y Tú tienes tu habitación dentro de mí, si yo te deseo y anhelo por ti. Rodeé las calles y las plazas de la ciudad de este mundo buscándote y no te hallé, porque mal buscaba fuera lo que estaba dentro de mí mismo."
San Agustín de Hipona, Soliloquios del Alma con Dios, Extracto del cap. XXXI*
* Referido por Miguel de Molinos en su "Guía Espiritual" (1675).
Hesykhios T. Elpizein
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